lunes, 15 de febrero de 2016

"Bajo las aguas", un relato de Mercedes G. Rojo para Versos a Oliegos, 2015.

Fue una tarde de agosto del pasado año cuando, un vez más bajo la convocatoria de "Versos a Oliegos, 2015", toda una serie de escritores  se reunieron  en la plaza de Sueros de Cepeda para recordar con sus versos y sus relatos, la desaparición de un pueblo bajo las aguas del embalse. Uno más de los embalses que durante años se hicieron en España erradicando a tanta gente de sus casas y sus tierras. 

Fui invitada y respondí a la respuesta. Lo hice con el relato titulado "Bajo las aguas", que comienza a partir de la pág. 68 del libro al que hago referencia, tras una pequeña introducción, pues esta narración no había sido escrita específicamente pensando en el embalse de Villameca y en el pueblo de Oliegos, pero sí que , por su temática, se adapta perfectamente. 
Este mismo relato, fue finalista, entre otros certámenes literarios,  en el 25º Premio de relatos "Diario de León", y por tanto publicado en el suplemento "Filandón", el 30 de mayo de 2010. 

Dejo aquí la introducción a la edición de Versos a Oliegos. El relato en sí, tendréis que buscarlo en el libro Sueros de Cepeda: lugar entre dos aguas (Versos a Oliegos 2015)
Editado en 2015. 

Bajo las aguas (introducción al relato) 

Yo no he conocido ninguno de los pueblos que a lo largo de nuestra geografía, por un motivo u otro, han quedado sepultados bajo las aguas. pero sí he recorrido diferentes parajes en lo que esto había ocurrido. 
Aún recuerdo, de mis muchas tardes de baño en el embalse de Villameca, cuando avanzaba el verano, cómo iba quedando al descubierto la espadaña de la iglesia, cerca de la presa. y cómo, de vez en cuando, alguien desgranaba una leyneda en torno a la noche de San Juan y el toque de campanas, que luego he escuchado también referido a otros lugaeres, Este tipo de situaciones, como pequeñas Atrlántidas sumergidas bajo las aguas, siempre despertaron en mí una cierta curiosidad, hasta el punto de que, cuando tuve oportunidad, pasée por los restos de uno de estos pueblos que quedó al descubierto al ser vaciado completamente el embalse para proceder a un arreglo en la presa. 
El silencio que se respiraba entre aquellos muros derruidos, mientras del limo del suelo parecía agarrarse a los pies para siempre , era abrumador. Vi a gente observando desde las orillas, con silenciosas lágruimas corriendo por sus mejillas, la boca crispada, fruncido el entrecejo, los puños apretados. Y me pregunté - porque no me atreví a preguntárselo a ellos - qué estaria pasando por su cabeza al verz aquellos despojos de un pasado del que, seguro, guardarían especialmente los más bellos momentos. 
Fruto de auql paseo surgió tiempo después este relato, que he creído oportuno compartir en este libro, dadas las circunstancias que este encuentro literario rememora. 


Llegado el día del encuentro de Versos a Oliegos, decidí, por consejo de algún amigo, no leer el relato porque - dada la cantidad de participantes que había -  resultaba un poco largo para su lectura en alto. No me pareció oportuno seleccionar un fragmento para ello. Y una noche de luna llena, rememorando el fulgor de las aguas bajo su claridad, me surgió otro, mas breve, "Noche de San Juan" que fue el que finalmente leí.  Dicho relato  podréis encontrarlo en mi nuevo libro "Días impares", editado por LazpizCero ediciones. 

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